1/10/09


Ya no más discursos apocalípticos.


La tecnología siempre me ha producido vértigo. Pese a que nací en la famosa “era digital”, me resistía a traicionar a mis viejos libros , no quise romper con ellos porque nuestra relación fue inmensamente feliz.
Sin embargo hoy he revisado mi correo electrónico para descargarme un libro de la universidad, luego revisé mi Hi5 y mi Facebook porque varios amigos viven en otros países, posteriormente visité YouTube para observar la conferencia dictada por José Luis Orihuela sobre las redes sociales en la web y ahora estoy escribiendo en mi propio blog. A veces siento que soy como esas personas que cambian a su pareja de toda la vida por un amante más joven. Pero bueno, basta ya de discursos apocalípticos…


Si queremos hacer una apología de la red, nos faltaría papel (noten que incluso esta frase común pierde sentido porque no estoy escribiendo en papel y el ciberespacio es simplemente infinito). Así que podemos citar algunas de las virtudes que caracterizan al internet:


-Democracia: “cada persona puede ser un medio de comunicación”. Antes la difusión de noticias y opiniones era potestad exclusiva de periodistas y dueños de medios de comunicación masiva, ahora todos podemos hacerlo. Además, a diferencia de los medios tradicionales, nuestras opiniones no pasan por el ‘filtro’ del editor, sino que se publican puras, con un lenguaje más fresco y natural. (Ejemplo: los blogs).


-Construcción de conocimiento: no solamente tenemos acceso a los conocimientos científicos, sino que además cada uno de nosotros puede ser generador de conocimiento. (Ejemplo: wikipedia).


-Ubicuidad: podemos estar en varios lugares, ¡simultáneamente! Así desde mi casa, en Cuenca, visito museos europeos, desiertos del África, etc. Como lo dice Orihuela: “la red es el espíritu santo de la cultura contemporánea”. (Ejemplo: google earth).


-Reciprocidad y cercanía: podemos mantener relaciones con otras personas, comentando sus perfiles, fotos o publicaciones y recibiendo su respuesta. Los kilómetros que nos separen son irrelevantes. (Ejemplo: facebook).


-Variedad de fuentes: para informarnos, no basta con leer el diario, ya que con internet podemos acceder a los portales de periódicos locales, nacionales e internacionales y así tener una visión más amplia acerca de un tema.


-Realidad: para quienes desdeñan el internet calificándolo como un mundo ficticio alejado de la realidad, la verdad es que el espacio virtual es real, solamente no es físico.


-Inmediatez: ésta es, tal vez, la característica más valorada. En vista de que el tiempo se ha convertido en un recurso escaso, la capacidad de acceder a cantidades inconmensurables de información en pocos segundos, es definitivamente fascinante.


Ahora bien, citando nuevamente a Orihuela, tenemos dos malas noticias: la primera es que “there are some questions that can`t be answered by google” y la segunda es que todas las incontables ventajas que provee el Internet se reducen a nada si no tenemos acceso a ellas. Situación, por cierto, muy común en países como el nuestro.


También es cierto que aunque en segundos podamos viajar al otro lado del mundo, `lamentablemente` nuestro día sigue teniendo 24 horas, que pasan muy rápido frente a un computador.


Por otra parte, la brecha generacional nunca antes estuvo tan acentuada. Si antes lo que diferenciaba a una generación de otra eran la vestimenta y el peinado, hoy tenemos un abismo digital que nos separa de nuestros padres y nos convertirá en analfabetos frente a nuestros hijos.


Ante esta situación, lo primordial es democratizar el acceso a las nuevas tecnologías en cada rincón del país y del mundo. Y paralelamente subirnos al barco, dejarnos de fundamentalismos y excusas y hacer que la red trabaje a nuestro favor, porque las tecnologías no son ni buenas, ni malas, ni neutrales… son simplemente lo que nosotros hagamos con ellas.

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