27/11/09

Radio online.


Una computadora nos sirve para algo más que para escribir documentos en Word. Una computadora en red nos interna en un espacio virtual, en el cual podemos vivir, aunque no de una manera física, si de una manera muy real. Así, escuchar radio por internet no es más un asunto complejo, pues se ha convertido para muchos en algo cotidiano.


Según el artículo de Jaime Freire “radios en la red toman fuerza”, existen dos tipos de radio on line. Podcast, que consiste en transmitir información multimedia a la cual podemos acceder en cualquier momento del día. Y Live Streaming, que consiste en transmitir programas en vivo, en un horario fijo.


Para muchas personas, el futuro de las comunicaciones se enmarca en la red. Sea o no esto cierto, es imprescindible dominar a la tecnología para que ésta no termine dominándonos.


Visité este link para escuchar emisoras ecuatorianas:

http://www.logratis.info/medios/abrirad.asp?pais=Ecuador

O pueden mirar este tutorial para la creación de radio on line:

Ley de Comunicación.


La ley de Comunicación aprobada el sábado pasado por la Comisión Ocasional de la Asamblea Nacional ha causado una serie de reacciones. Varios periodistas de todo el país la han calificado como ley mordaza, aduciendo que restringe la libertad de expresión de los comunicadores sociales y de los ciudadanos.

En Quito y Guayaquil se han llevado a cabo marchas en contra de esta ley. El objetivo principal de los opositores es que los legisladores no la aprueben. Sin embargo, y pese a las manifestaciones, la ley continúa debatiéndose.
El Presidente de la Asamblea Nacional, Fernando Cordero, dijo que si la ley contiene elementos que coarten la libertad de los ciudadanos debe ser “botada a la basura”, por su parte el periodista de Teleamazonas, Jorge Ortíz, no dudó en ofrecerle el basurero para que así lo haga.

Para los periodistas, estudiantes de comunicación social y en especial a los ciudadanos, este suceso debería ser de gran interés. Por ello, antes de calificar a la ley como buena o mala, es pertinente que la analicemos con detenimiento y sin ningún tipo de prejuicio. Es importante la libertad, si. Pero es aún más importante estar preparados para utilizarla responsablemente.


11/11/09

Cuenca en la línea 11


En Cuenca, como en muchas ciudades, existe un lugar pintado de realismo mágico: un hombre negro respira en la oreja de una gringa mochilera, varios cuyes corren porque lograron abrir el costal, una pollera se impone en un metro a la redonda y un señor ‘bien vestido’ roba varios celulares a vista y paciencia de todos. Si es que usted aún no se ha motorizado, sabe de lo que estoy hablando. El bus de línea.


La línea 11 de buses urbanos de Cuenca, recorre la ciudad ‘de cabo a rabo’. Empieza en la parroquia Ricaurte y tras un largo viaje, finaliza en la parroquia Baños. El recorrido empieza todos los días a las 5:30am y finaliza a las 10pm. En este lapso cada bus realiza un promedio de 5 vueltas. Para los choferes nada es nuevo, conocen el rostro de los pasajeros, de los vendedores y hasta de los ‘shoros’.


Estoy en el bus 136. En la entrada un adhesivo de 50cm. me dice “Welcome” mientras un Tío Sam me señala y una bandera de barras y estrellas cubre la radio. No estoy en gringolandia, aunque a dos metros estén paradas unas rubias de metro ochenta. Estoy en Cuenca, pero con eso de la migración, globalización, y ni sé cuántas cosas más, nada de esto está mal.


Al principio hay poca gente, todos estamos sentados y es fácil conversar. Una señora hace réquiem por las truchas muertas en el río por el estiaje (que traducido al cristiano significa que no llueve, pero como en la tele lo han venido repitiendo, la señora quiso sorprenderme). Luego un señor manda al diablo al Alcalde por las calles dañadas por la semaforización y yo le digo: Si, tiene toda la razón. No porque la tenga, sino porque perdí el hilo de la conversación al observar como una señora se cambió de asiento en cuanto una jovencita (no más de 15 años) que llevaba puesta una pollera, se sentó junto a ella.


Deje pasar unos minutos y vencida por el coraje me senté junto a la señora y tras una breve introducción le pregunté por qué se cambió de asiento y sin sonrojarse me dijo: “no es que sea racista, sino que los indios apestan”. Vio mi cara acusadora y quiso hacerme entender que no era una mala persona, pero mientras me contaba sus virtudes, yo solo pensaba que en el bus lo único que apestaba era el racismo.


Pero dejando a un lado lo desagradable, el ambiente del bus es gracioso. Poco a poco se va llenando hasta el punto en que vamos –literalmente- uno sobre otro. Si miramos al suelo, muchas personas están paradas en puntillas para alcanzar al tubo y poder agarrarse. Un poquito más arriba se ve como el helado de un niño de dos años está dejando su marca en el pantalón blanco de una señorita. Subimos la mirada 20cm más y vemos que, con el pretexto de la incomodidad, un novio cuida lo que es suyo y apoya su mano plácidamente en el trasero de su novia, con la seguridad de que nadie les está mirando.


En el terminal se sube un señor a pedir caridad. Creo que la vida le ha enseñado (para su desgracia) que una imagen vale más que mil palabras. Entonces en lugar de recitar su discurso lastimero, simplemente levanta su camiseta y nos deja ver un tumor enorme y una sonda en la que carga sus desechos corporales. El espectáculo es estremecedor y no se requieren más de un par de segundos para que la gente tenga listas un par de monedas.


En la nueve se sube un señor grande, cargando una mochila igual de grande, un abrigo como para un invierno ruso y gafas de sol. Se dirige a la parte de atrás y un señor me dice: “vea ese diahi es ladrón”. Le pregunto que cómo lo sabe y me responde que se le nota en la fishiomanía (¿fishiomanía? Ah, fisonomía). Y efectivamente, el señor del abrigo es todo un profesional, abre varias mochilas de estudiantes ingenuos que las llevan a la espalda, saca celulares y calculadoras. Luego, el avezado ladrón busca los bolsillos de los pantalones. En ese momento, más de la mitad del bus ha notado su presencia, a él no parece importarle. Acaba su jornada laboral y se baja.


La lata de sardinas en la que el bus se convirtió empieza a vaciarse. Otra vez todos podemos ir sentados, pero ya no somos los mismos. El joven advierte que su celular ya no está. La señora se recupera del susto de haber ‘desparramado’ sus cuyes. La señorita ha sentido unas cuantas manos indeseables en partes de su cuerpo muy deseables. El chofer ya tiene con qué llegar a su casa. Y yo ya tengo mi crónica de Cuenca, resumida en el bus de línea.

30/10/09

Mediacidio


Los medios tradicionales tienen un papel fundamental dentro de la sociedad, sin embargo, súbitamente se están viendo desplazados de su rol protagónico por el apogeo del periodismo digital. Si los canales de televisión o los periódicos impresos no tiene a la tecnología como su aliada principal, se están matando a sí mismos, es decir están cometiendo un mediacidio.



Al ingresar a la página Cobertura Digital, pude observar el tratamiento digital que se dio a la noticia de la caída del helicóptero de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) el pasado 27 de Octubre, por la prensa escrita y por la televisión. En general podemos darnos cuenta que las tan cotizadas primicias son de propiedad exclusiva de los portales web, y no de los medios de comunicación sino de los ciudadanos comunes y silvestres.



Así, pienso que es fundamental empezar a realizar prácticas periodísticas constructivas, como por ejemplo familiarizarnos con las diferentes herramientas multimedia; utilizar hipervínculos que enriquezcan nuestros textos, y que en una muestra de generosidad lleven a los lectores a sitios que puedan saciar su sed de información; y principalmente actualizar constantemente nuestros portales, de tal manera que haya una jerarquización de las noticias coherente con la realidad.

25/10/09

Todas las ciudades tienen su Caja de Pandora… Los Mercados.

Sonidos…

Para esas crisis existenciales, cuando el autoestima está por los suelos, existe un remedio eficaz, mejor que cualquier terapia psicológica. Vaya al mercado 9 de Octubre y en el plaza encontrará muchos viejitos, que quitándose el sombrero están prestos para recitar los versos más románticos: “vea suquita, no abra tanto los ojos que el sol se está poniendo celoso de su luz”, también hay otros que, menos románticos, igual arrancan sonrisas “mamita, si como caminas cocinas me como hasta el cocolón”. Después de cruzar la plaza, cualquier mujer se siente Helena de Troya, o aunque sea Jasú de las Candelas.


Ya adentro: música, gritos, risas, palabritas y palabrotas. “Que chu, que chu, que chu, que chulla vida” canta Máximo Escaleras en el pequeño radio de un puesto de panelas y chocolate amargo. “Doña Luzzz” grita desde el frente una señora gorda y colorada “De descambiando el billete no sea malita”. El ambiente en general es alegre, la gente se está riendo, si, sonrisas o carcajadas en cualquier lugar. La cordialidad en su máxima expresión abunda en las dueñas de los puestos: “Mi bonita que necesitaba” “Mi corazón venga sin compromiso” “Mi tesoro” “Patronita en que le sirvo”, etc. Y no es que todas las señoras que compran sean las más bellas, ni tampoco pagan un sueldo como para ser llamadas patronas, es que en Cuenca, tal vez por una suerte de herencia colonial, hablamos con diminutivos, con adjetivos que pretenden suavizar las peticiones, de tal manera que parezcan ruegos y no órdenes.


Colores…


Como bandera de Pachakutik o del Movimiento Gay, un arcoíris de frutas, legumbres, hortalizas, gorras y delantales se abre a nuestros ojos cuando caminamos por el segundo piso del mercado 9 de Octubre. El dorado intenso de un chancho horneado combina con jarros de licuadoras rosados, rojos, blancos y tomates, amparados por un letrero que los bautiza como “rompe nucas”, en el tercer piso. El primer piso es monocromático: rojo sangre, (no es el rincón de la pasión sino el piso de las carnes).

Hay más colores, no en los productos exhibidos, sino en las personas. Piel morena de Ana Dután, vendedora de jugos. Ojos amarillos de Marianela, niña que vende el pozo millonario. Ampollas rosadas en las manos de Zoila Calle, vendedora de “espinazo”. Azul marino en el uniforme de los guardias. Celeste en los ojos de un Niño Dios, ubicado en un altarcito en el primer piso.




Olores y Sabores…

Mientras subimos las escaleras los olores pasan en una amplia gama, entre lo desagradable y lo riquísimo. En el primer piso, el olor del pescado, camarón, res y harinas, se mezclan y con la complicidad de un sol intenso se multiplican y opacan olores tan agradables como el de la panela o el chocolate. “Abajo hiede fierote” dice un joven mientras sube apresurado. En el segundo piso hay un olor neutral, los alimentos crudos no despiden olores fuertes, además las vendedoras tienen a mano ambientales y desinfectantes. Pero arriba, ahí sí que la gente empieza a contar las monedas, el olor a hornado, encebollado, llapingacho, mote pelado, es tan exquisito que las menos de 20 mesas que hay en el patio de comidas no alcanzan a ser bien desocupadas cuando otra familia ya se ha acomodado.



Y si los olores gustan, los sabores cautivan. Me acerco a un puesto de hornado, y antes de que pida, la señorita ya me ofrece un buen pedazo, “Coma nomás suquita sin compromiso”. No me importó que con la mano que arrancó el trozo que me dio, segundos antes haya sacado “sueltos” de su delantal para dar un vuelto. Está riquísimo, tengo hambre… deme un platito de dólar y medio por favor, pero pondrá cascarita. Después del hornado, tomo un “rompe nucas” pago treinta centavos por un buen vaso, y me preguntó por qué en el cine pagamos dos dólares por un té insípido.


¿Hay más?

Por supuesto que hay más. Las vendedoras tienen quejas que les gustaría que el alcalde escuche: las del tercer piso no están cómodas con la ubicación, porque personas mayores y discapacitados no pueden subir tantas gradas, las del primer piso piden refrigeración para los productos perecibles, las del segundo dicen que, aunque haya guardias, afuera la delincuencia continúa. La gente que llega, habla del triunfo del Cuenquita pero también se lamenta de que haya subido la cebolla.
En el mercado 9 de Octubre y en todos los mercados en general, se sintetiza la ciudad. Tal vez no veremos a los “pelucones” pero sí a una gran cantidad de gente, con ideas, con aspiraciones, con alegría, con vicios.

22/10/09

Paloma. Andrés Calamaro

Periodismo Digital vs. Periodismo Tradicional.


¿Qué es lo que diferencia a un periodista digital de uno tradicional? Pues nada más que el uso de las herramientas multimedia. Pero aquí cabe la aclaración, no son las herramientas, sino su uso. Es decir: no es igual buscar una noticia en interner, copiarla y publicarla, sino aprovechar youtube, blogs, foros, páginas, etc. e investigar con estas 'nuevas fuentes' y tras la corroboración, entonces si publicar la nota.

La inmediatez, como ya hemos dicho, es una virtud fundamental de internet, pero esta inmediatez debe ser también del periodista, debemos reaccionar al instante, y poner a trabajar las herramientas a nuestro favor. Grabadora digital, laptop, cámara, son al periodista como la constitución al abogado.

El reto es grande, al egresar de la Universidad, los periodistas necesitamos ser polifuncionales. Debemos tener la actitud para salir a la calle y cubrir hechos y también para conocer lo que sucede en el mundo simplemente a través del computador.

Pese a la evidente importancia de las tecnologías, creo que el contenido vivencial de las notas informativas, nunca perderá relevancia, y eso se logra únicamente con la interacción humana.

16/10/09

"Cómo escribir para la web"





Descargar libro




En periodismo, pese a lo que muchos creen, la redacción impresa difiere de la digital. "Como escribir para la web" es una excelente guía para todos quienes nos hemos aventurado a insertar nuestros pensamientos en el intrincado cyberespacio.
La reivindicación de la célebre fórmula de la pirámide invertida, es uno de sus postulados fundamentales. La lectura en pantallas de computador no puede compararse con la que se realiza frente a un libro porque generalmente estamos de prisa. Como lectores queremos saber la conclusión, y solo en el caso de que nos interese entraremos en profundidades.
Tres niveles de pirámides son presentados en el texto, en una especie de escala hacia la no linealidad. La implementación de hipertextos independientes entre sí, permite que sea el mismo lector quien construya su pirámide. Esta es una virtud indiscutible de la redacción online, pues democratiza la construcción de información y de conocimiento.

Tomar la sopa con la mano izquierda.


Tomar la sopa con la mano izquierda.


Quisiera que el día tenga 28 horas. Con solo 4 horas más, tal vez dejaría de tomar la sopa con la mano izquierda mientras hago scroll con la derecha o dejaría de soñar en que olvido mi nombre cuando voy a dar una prueba.


Me desperté a las 5, empecé a leer sociología porque mañana tenemos prueba hasta el capítulo 8 y aún no termino el 2. A las 7 cerré el libro y prendí la tele, si, otra vez el señor Ortiz le daba demasiados minutos a Correa mayor para que asesine y entierre a Correa menor.


Arreglé mi cuarto, me vestí, cogí mis libros y bajé a desayunar. Mi mami ya había desayunado y me sentí mal porque una de las cosas que más me desanima es comer sola.


A las 8 abro el cyber, limpio el piso, las computadoras y me dispongo a leer. Hoy tengo prueba de radio y de comunicación digital. Además estoy atrasada con mis trabajos de derecho y debo ponerme al día.


Me considero una persona reservada y mala conversadora. Pero creo que tengo cara de desocupada, de psicóloga frustrada o de chismosa, porque a todas las vecinas (de 50 años en adelante) les da por contarme su vida.


Entonces viene al cyber, aunque jamás haya usado una computadora, y me cuenta que por que el esposo es alcohólico no tiene una casa bonita como la de fulana, que el hijo perdió el año en veterinaria y se va a dedicar a chapa por que ganan $700,00, que yo estoy un poco flaca y que ya me va a convidar empanadas de verde, que otra vez se olvidó de comprar el gas y le tocó bañarse en agua fría, etc., etc., etc.


El problema es que desde que vi entrar a la vecina empecé a sufrir (aunque el doctor me prohibió sufrir por mi gastritis) por los valiosísimos minutos y horas que se me escaparían con esa charla. Finalmente, un poco cortés y `nada´ sugerente “estoy tan ocupada, hoy tengo dos pruebas” hace que la vecina se dé cuenta que soy una mocosa de 20 años, que no le conozco ni a su marido ni a su hijo ¡y que no tengo ninguna obligación para escucharle!


Ya son las 10am y empiezo a leer “cómo escribir para la web”, me parece tan interesante que olvidé llamar a los proveedores y comer una fruta, porque el doctor dijo “el secreto está en mantener el estómago siempre lleno”.


A las 11:20 llegó al cyber mi abuelita. Ella vive en el oriente, pero viene a Cuenca una vez cada tres meses por su diabetes. Me vio tan concentrada que me dijo dos o tres palabras y se fue.


Son las 11:30 y debo leer el manual de radialistas. Inicio...continúo. Mis ojos ya están chinitos, la espalda me molesta porque no he cambiado de posición en las últimas tres horas y empiezo a sentir desesperación.


Y esa desesperación es un torbellino de preguntas y respuestas, tan irrelevantes como absurdas: ¿y si no acabo de leer? ¿Y si tengo cero en la prueba? ¿Cuánto afectará a mi promedio ese cero? ¿Conseguiré beca con un promedio bajo? ¿Si no es con beca, cómo estudiaré un posgrado?
Y aunque sé que es muy poco probable que por no leer hoy no estudie un posgrado, prefiero no correr el riesgo. Dejo de arrancarme cabellos y sigo con la lectura.


Ya son las 12: 45 y tengo clases a las 2. Aún no he almorzado, y lo que es peor, no he hablado con mi novio a quien justamente anoche le decía que no es verdad que lo dejo al último en mi lista de prioridades.


¿Tengo una lista de prioridades? Lo dudo. Si pudiera armar una, sin ningún tipo de coerción social, académica, económica u horaria –que por cierto yo misma me impongo- no le escucharía al Sr. Ortiz sino a Sabina, desayunaría con mi mami, que por más simple que parezca, me hace feliz. Dejaría el Código Procesal Penal y recordaría mi niñez en el oriente en voz de mi abuelita. Le rascaría el cuello a mi gato. Vería una película con mis ñañas. Apagaría las computadoras y con una pelota de fútbol y un pozuelo de uvas bajaría al parque con mi novio. Le escribiría un mensaje a mi papi. Tomaría la sopa con la mano derecha y nunca más soñaría dormida porque ya cumpliría mis sueños despierta.

6/10/09

Efrén: una carrera contra reloj.


Sus ojos tienen un no sé qué de amargura. Aunque todo su cuerpo reboce de azúcar. De su cuello cuelga su instrumento de trabajo, como del médico el estetoscopio, de Efrén la franela roja.

En la Universidad de Cuenca, el silencio empieza a desvanecerse a las 6:00a.m. Los guardias ya están en sus puestos de trabajo, y poco a poco llegan los maestros, los estudiantes, las vendedoras. El cielo está repleto de nubes de abril, aunque unos delgados rayos de sol se filtran entre ellas. Hace mucho frío, todos están arropados, pero entre los carros del parqueadero aparece un hombre en camiseta cargando dos baldes de agua.

“Efrén Eduardo Yaguachi Bautista. Discapacidad: física 64%” dice el carnet del Consejo Nacional de Discapacidades (CONADIS), que él siempre entrega a manera de tarjeta de presentación. Se dispone a conversar, mientras sus manos se mueven constantemente, se juntan, se separan, se entrecruzan, se golpean una con otra, producto de la ansiedad e impotencia, al notar que las palabras no brotan fácilmente.

Nació en 1970 en Atacames, provincia de Esmeraldas. A su padre no lo conoció “se enteró que mamá estaba embarazada y se fue”. Su madre, María Bautista Arroyo, cuidó de sus gemelos en todo momento, hasta que la diabetes causó su muerte y dejó a sus dos hijos de seis años en la orfandad. De su niñez guarda dos grandes huellas en la memoria: su abuela y su madre. A su abuela la recuerda por una cajita musical que alguna vez le regaló y que aún conserva. Y a su madre la lleva en las venas… “heredé su diabetes”.

A los 13 años llegó a Cuenca, gracias a un maestro universitario que lo trajo. Desde entonces trabaja en la Universidad lavando vehículos y haciendo “uno que otro encarguito”. La energía con la que labora no depende del desayuno pues se ha acostumbrado a ver su mesa vacía. Los agujeros de sus zapatos de tela azul tampoco impiden la rapidez de sus pies que danzan entre los carros, de una facultad a otra, todo el día y sin parar.

No puede parar pues su carrera es contra reloj. “Todos los días necesito dos inyecciones de Insulina”, dice mientras muestra sus brazos fuertes (que parecen de otro cuerpo), donde los moretones evidencian las agujas que lo penetran diariamente. Con el carnet de discapacidad acude al INNFA, para proveerse del medicamento. El tratamiento cuesta $36,00 y alcanza para tres o cuatro días. Semanalmente Efrén necesita $60,00 únicamente para su enfermedad. “Tengo sólo para comprar el líquido y me quedo sin alimentos”, aclara.

Por cada carro lavado recibe $2,00, pero hay veces en que el clima no es favorable y su trabajo disminuye. Es común verle por las aulas pidiendo “ayuditas” a los estudiantes y no deja pasar oportunidad para hacerlo, quien quiera sea su interlocutor. Esta situación crea diversas reacciones: muchos se conduelen y prestan su ayuda inmediatamente, pero no falta quien se molesta por tener que observar este episodio con demasiada frecuencia.

Sin ningún recelo cuenta que le gustaría recibir un pantalón talla 30 y una camiseta “de esas que usan los estudiantes para hacer educación física, porque son calientitas”; “una vez quise comprarme interiores pero no me alcanzó y terminé remendando los que ya tenía”.

¿Tiene algún familiar en Cuenca?
No tengo a nadie… mi única familia son ustedes: La Universidad.

¿Cuál es su mayor sueño?
Que un día mi vida cambie y poder salir adelante y comprarme todo lo que yo quiera.


¿Quién es su mejor amigo?
Mi Dios.

foto (Mari Bonilla).

2/10/09

Medios digitales contra el reloj.


La noticia más importante de hoy (02/10/09) dentro del acontecer nacional ha sido, sin duda, el acuerdo y posterior postergación de la reunión entre el Presidente Rafael Correa y los representantes de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), para debatir el Proyecto de Ley de Aguas.
Ahora, dentro de la presurosa carrera que realizan las versiones digitales de los diarios nacionales y locales por colgar primicias en sus portales y conseguir la anhelada inmediatez ¿Cómo ha sido tratada la noticia?

A continuación observamos la lista, con el nombre del diario, la hora en que colgó la noticia y el titular:

(El hoy) 11:22 Correa y dirigencia de la Conaie acuerdan dialogar esta tarde.
(La hora) 12:42 Correa recibirá hoy a los dirigentes indígenas.
(
El hoy) 14:48 Indígenas no aceptan que diálogo con el Gobierno se haga en Quito.
(El comercio) 15:27 Conaie no acudirá a la reunión con Correa en Quito.
(EL universo) 16:54 Indígenas suspenden reunión con el Presidente.
(La hora) 16:54 Suspendida reunión en Quito entre dirigentes indígenas y presidente Correa.
(El Tiempo) 16:59 Suspendida reunión en Quito entre dirigentes indígenas y el presidente.

El Mercurio no informó sobre la suspensión.

A estas alturas es evidente que el periodismo es, definitivamente, una carrera contra el reloj.


Verónica.
“Prefiero que me conozcan a mí, antes que a mi historia”.



Era viernes; el lunes siguiente jugaríamos la final del nacional de baloncesto, practicábamos las últimas jugadas cuando sorpresivamente Verónica, nuestra pívot, se desplomó. Para el día de la final todos los esquemas se habían roto. Verónica tenía cáncer.

“La Vero nunca fue una persona común”, comenta su hermana. Desde pequeña siempre estuvo al frente. En la escuela discutía con las maestras utilizando argumentos que incluso ellas no comprendían, y en la casa, la tasa de café caliente y la almohada más suavecita le pertenecían. Su metro setenta y siete de estatura junto a su habilidad, impedían que en la cancha alguien más agarrara los rebotes o ganara pelotas altas. Tenía 12 años y ya era seleccionada del Ecuador además de haber conformado el cuadro de abanderados de la escuela.

Durante los últimos meses del primer año de colegio, Verónica siempre tenía “pereza” de correr, incluso habían días que no quería salir al recreo por no bajar las escaleras. Esta actitud, en lugar de preocuparnos, nos aturdía, estábamos acostumbradas a trepar montañas, entrenar tardes enteras, sin sentir ningún indicio de cansancio. Lo único que hicimos fue motivarle (incluso presionarle), para que no deje que “la pereza” se interponga en el ritmo frenético de su vida.


Cuando faltaban pocas fechas para concluir la temporada, y al notar que la “pereza” hizo que su rodilla se abultara como un globo que estaba a punto de estallar, Verónica decidió contar a sus padres que desde hace meses sentía un dolor intenso en el hueso. Ellos, que veían en su hija la prolongación de su vida, la síntesis de la perfección que siempre buscaron, sintieron un escalofrío que les congelaba las expectativas. Antes de escuchar ningún diagnóstico sabían que lo que se aproximaba era una avalancha de verdades ingratas.


Los exámenes no tomaron más de tres días, el diagnóstico estaba listo y el doctor -cuenta Verónica- “sin ningún reparo” le dijo: “lo que tienes es una tumoración de tipo osteosarcoma, es algo peligroso y hay que intervenir enseguida. Hoy no puedes ir al entrenamiento y probablemente después tampoco”. Seguramente dijo muchas cosas más, pero lo único que ella pudo entender y que en realidad le importaba fue eso.

Al momento de escuchar el frío diagnóstico del médico, Verónica no lloró. Las lágrimas nunca se sintieron cómodas en sus ojos. Con total serenidad y madurez ella empezó a consolar a su madre, y a preguntarse cuando podría volver a entrenar. También anotó el confuso nombre de su enfermedad en su mano, y camino a casa lo repetía con la ilusión de que tuviera la misma incidencia de un resfrío.

No fue complicado entender que lo que tenía era grave, bastó introducir el término en Internet para observar el desfile de imágenes nocivas que se burlaban de su destino. Al instante ella recordó a Vanesa, una chica del colegio que tenía la misma enfermedad y a quien ya habían amputado su pierna. En ese momento sintió que talvez si tenía lágrimas, y por primera vez entendió que éstas no eran la expresión de los cobardes sino la voz de los valientes para quienes las palabras quedan cortas.

Enseguida inició las sesiones de quimioterapia, mientras su padre emprendía una búsqueda desesperada de ayuda. Así logró contactar a médicos de todo el mundo. En Estados Unidos hubo respuestas favorables, pero el costo del tratamiento era simplemente inalcanzable. Por ciertas casualidades (a las que Verónica prefiere llamar milagro), la búsqueda se desvío hacia España en donde ocurría una situación muy particular. El hijo del alcalde de una ciudad importante acababa de salir de una enfermedad similar, y su padre había prometido a Dios que si eso ocurría el devolvería el milagro; es así que dispuso de su dinero para cubrir todos los gastos del tratamiento de Verónica. Ésta era una situación bastante inverosímil, pero cuando estás tan vulnerable “necesitas creer en alguien, no importa quien y lanzarte al mundo con ciega confianza en todo” comenta verónica.

Antes de viajar a España, Verónica habló con Vanesa, durante este tiempo se unieron fuertemente, “solamente quien vive tu situación puede entenderte” afirma. “Es triste ver que mientras a ti las puertas se te abren, a muchas personas se las cierran indiscriminadamente, Vanesa estaba grave, pero yo le prometí que vencería esta batalla en su nombre”. Acotó.

En España las cosas fueron diferentes, Verónica fue operada en un ambiente con trato humano digno, extrema seguridad y profesionalismo. 20 cm. de su fémur fueron removidos para colocar en su lugar el hueso de un donante. La operación fue un éxito. Pero tras la alegría vino la frustración y el sabor amargo de ver que el cáncer se cura, y sin embargo miles de personas mueren por su causa. Mientras Verónica estuvo en SOLCA vio muchas vidas desvanecerse, y ésta injusta realidad se vuelve aún más repudiable cuando se le atribuye a una mala distribución de recursos económicos. Entonces escuchar la trillada frase: “la vida no tiene precio” causaba enfado, la vida se puede pagar pero en Ecuador el sueldo no alcanza para ello. “Los médicos ecuatorianos (sin generalizar), están muy acostumbrados a tratar casos y no personas…” añade.

Al regresar a Ecuador las cosas no fueron fáciles, Verónica intentó retomar su vida donde la dejó pero resultó imposible, ella había cambiado mucho mientras todos seguíamos con nuestras vidas. Afortunadamente era muy capaz, rindió cuatro exámenes y aprobó segundo curso, porque mientras estaba en la clínica su pasatiempo era leer. Al año siguiente viajamos a Argentina para jugar un Latinoamericano, y Verónica viajó con el equipo, ahí comprendimos que lo que hacemos en la cancha no es más que una mínima expresión del verdadero significado de un equipo. Desde la banca, y con sus muletas, Verónica nos impulsaba a dar lo mejor de nosotras.

Verónica ganó una beca y actualmente estudia segundo año de medicina en la Universidad de Navarra (España), tiene como meta especializarse en oncología y regresar a Ecuador para aplicar con su gente lo que aprenderá. Afirma que su enfermedad influyó fuertemente en su cosmovisión, y en las relaciones que tiene con la gente, “cuando vives momentos difíciles te das cuenta quien es la gente que realmente te acompaña y quienes solo sonríen en las buenas…Aunque en realidad uno siempre sabe quienes son sus amigos, pero a veces duele que sean tan poquitos”. Comenta mientras dibuja una sonrisa inundada de tristeza.

Si a lo largo de esta narración me he centrado más en la protagonista, que en los hechos y acontecimientos, es talvez porque ‘la Vero’ siempre me decía: “prefiero que me conozcan a mí antes que a mi historia”.


El Cáncer es…El cáncer no es una enfermedad sino más bien muchas enfermedades. De hecho, hay 100 tipos diferentes de cáncer. Todos ellos empiezan en las células. Porque normalmente las células crecen y se dividen para producir nuevas células conforme el cuerpo lo necesita. Cuando las células envejecen, mueren y éstas son reemplazadas por células nuevas. Pero a veces este proceso ordenado de división de células se descontrola. Células nuevas se siguen formando cuando el cuerpo no las necesita, y estas células innecesarias pueden formar una masa de tejido. Esta masa es lo que comúnmente conocemos como tumor, aunque no todos los tumores son cancerosos. [1]
Consejos prácticos para prevenir el cáncer:

Dejar de fumar. El cigarrillo es la principal causa del cáncer pulmonar.
Mantenerse activo. La falta de actividad física y la obesidad están relacionadas con el cáncer.
Controlar la cantidad de alcohol que se consume.
Proteger la piel de la radiación solar.
Evitar los alimentos que contengan excesiva cantidad de productos químicos.
Es importante recordar que el cáncer es muy pocas veces hereditario.
[2]

[1] www. Healthcare.com
[2] www. Healthcare.com

1/10/09


Ya no más discursos apocalípticos.


La tecnología siempre me ha producido vértigo. Pese a que nací en la famosa “era digital”, me resistía a traicionar a mis viejos libros , no quise romper con ellos porque nuestra relación fue inmensamente feliz.
Sin embargo hoy he revisado mi correo electrónico para descargarme un libro de la universidad, luego revisé mi Hi5 y mi Facebook porque varios amigos viven en otros países, posteriormente visité YouTube para observar la conferencia dictada por José Luis Orihuela sobre las redes sociales en la web y ahora estoy escribiendo en mi propio blog. A veces siento que soy como esas personas que cambian a su pareja de toda la vida por un amante más joven. Pero bueno, basta ya de discursos apocalípticos…


Si queremos hacer una apología de la red, nos faltaría papel (noten que incluso esta frase común pierde sentido porque no estoy escribiendo en papel y el ciberespacio es simplemente infinito). Así que podemos citar algunas de las virtudes que caracterizan al internet:


-Democracia: “cada persona puede ser un medio de comunicación”. Antes la difusión de noticias y opiniones era potestad exclusiva de periodistas y dueños de medios de comunicación masiva, ahora todos podemos hacerlo. Además, a diferencia de los medios tradicionales, nuestras opiniones no pasan por el ‘filtro’ del editor, sino que se publican puras, con un lenguaje más fresco y natural. (Ejemplo: los blogs).


-Construcción de conocimiento: no solamente tenemos acceso a los conocimientos científicos, sino que además cada uno de nosotros puede ser generador de conocimiento. (Ejemplo: wikipedia).


-Ubicuidad: podemos estar en varios lugares, ¡simultáneamente! Así desde mi casa, en Cuenca, visito museos europeos, desiertos del África, etc. Como lo dice Orihuela: “la red es el espíritu santo de la cultura contemporánea”. (Ejemplo: google earth).


-Reciprocidad y cercanía: podemos mantener relaciones con otras personas, comentando sus perfiles, fotos o publicaciones y recibiendo su respuesta. Los kilómetros que nos separen son irrelevantes. (Ejemplo: facebook).


-Variedad de fuentes: para informarnos, no basta con leer el diario, ya que con internet podemos acceder a los portales de periódicos locales, nacionales e internacionales y así tener una visión más amplia acerca de un tema.


-Realidad: para quienes desdeñan el internet calificándolo como un mundo ficticio alejado de la realidad, la verdad es que el espacio virtual es real, solamente no es físico.


-Inmediatez: ésta es, tal vez, la característica más valorada. En vista de que el tiempo se ha convertido en un recurso escaso, la capacidad de acceder a cantidades inconmensurables de información en pocos segundos, es definitivamente fascinante.


Ahora bien, citando nuevamente a Orihuela, tenemos dos malas noticias: la primera es que “there are some questions that can`t be answered by google” y la segunda es que todas las incontables ventajas que provee el Internet se reducen a nada si no tenemos acceso a ellas. Situación, por cierto, muy común en países como el nuestro.


También es cierto que aunque en segundos podamos viajar al otro lado del mundo, `lamentablemente` nuestro día sigue teniendo 24 horas, que pasan muy rápido frente a un computador.


Por otra parte, la brecha generacional nunca antes estuvo tan acentuada. Si antes lo que diferenciaba a una generación de otra eran la vestimenta y el peinado, hoy tenemos un abismo digital que nos separa de nuestros padres y nos convertirá en analfabetos frente a nuestros hijos.


Ante esta situación, lo primordial es democratizar el acceso a las nuevas tecnologías en cada rincón del país y del mundo. Y paralelamente subirnos al barco, dejarnos de fundamentalismos y excusas y hacer que la red trabaje a nuestro favor, porque las tecnologías no son ni buenas, ni malas, ni neutrales… son simplemente lo que nosotros hagamos con ellas.